22- CAMPEONATO NACIONAL DE BOCCIA. Por Francisca Gálvez, paciente de Ataxia de Friedreich, y Medalla de Oro en el Campeonato Nacional de Boccia para Minusválidos Físicos. Residente en la CAMF de Alcuéscar (Cáceres).
El Campeonato Nacional de Boccia para Discapacitados Físicos este año de 1999 se ha celebrado en Cáceres. Los días 14, 15 y 16 nos reunimos en esa ciudad 24 deportistas de distintas Comunidades Autónomas. Todos los participantes hicimos un gran esfuerzo por obtener la mejor clasificación posible. Yo creo que el deporte muestra el intento de superación de cada persona, ya sea discapacitada o no.
La Boccia es un deporte originario de la Grecia Clásica, semejante a la petanca, recuperado en los años 70 por los países nórdicos con el fin de adaptarlo a las personas con minusvalías. Actualmente es un deporte Paralímpico y Mundial con gran desarrollo en más de 30 países.
Los elementos de este deporte son seis bolas rojas y seis azules (un color por cada contendiente) y otra blanca o "diana", de cuero, rellenas de arena de 8,3 cm de diámetro y un peso de 300 gramos cada una.
Se participa individualmente, en parejas o en equipos de tres y para jugar, primero se lanza la bola blanca y los jugadores deben intentar aproximar a ella el mayor número de bolas de su color. En cada partido todos los deportistas lanzan al menos una vez la bola blanca que marca el objetivo. Por ello los partidos constan de cuatro a seis parciales, dependiendo del número de participantes.
El campo de juego mide 12,5 x 6 metros y el suelo preferentemente es de madera o sintético.
Es practicada por personas con parálisis cerebral u otras minusvalías físicas como esclerosis, ataxia, o distrofia muscular, cuyo grado de discapacidad es severo viéndose afectadas sus cuatro extremidades y necesariamente han de utilizar silla de ruedas.
Los deportistas que vinieron al Campeonato de Boccia procedentes de Madrid, Sevilla, Barcelona, Valencia, Galicia, etc., se hospedaron en la residencia León Leal de Montánchez. Allí, convivieron durante tres días tanto deportistas como monitores y demás personal voluntario. Los deportistas del Club Jara [al que yo pertenezco] residimos habitualmente en la provincia de Cáceres, en la CAMF de un pueblo, llamado Alcuéscar, situado a 30 km. de la ciudad. Todas las mañanas nos trasladaban hasta el lugar donde se disputó el Campeonato de Boccia.
Todo resultó perfecto. Además, los deportistas que competimos lo hicimos con gran ilusión. Había participantes tetrapléjicos, atáxicos, afectados de esclerosis, de distrofia, etc. Algunos lanzaban las bolas por una especie de canaleta porque su posibilidad de movimiento de las extremidades superiores e inferiores es nula. Sujetan las bolas con el mentón y a través de la canaleta las dirigen hacia la bola diana. Otros, con mayor o menor dificultad, podemos lanzarlas con el brazo. Es el Médico quien nos clasifica según nuestras dificultades físicas para lanzar las bolas.
Desde aquí quiero dar las gracias a todas las personas que han hecho posible la realización de este sueño. Para mí ha sido un hermoso sueño. En especial, quiero mostrar mi agradecimiento por el apoyo recibido a Ana Garrido, Directora de la CAMF de Alcuéscar, y a Marta Bote, mi entrenadora. También quiero animar a federarse a mis compañeros discapacitados, donde quiera que se encuentren, y a comenzar a entrenar Boccia. Es un deporte muy gratificante.
Y os digo hasta luego con el ánimo de que cada vez seamos más quienes practiquemos este deporte tan especial llamado Boccia.