111- Encuentro de Darío (paciente de ataxia paraneoplásica), con María José (hermana de un paciente de ataxia).

Darío escribió:

Se han pegado el palizón de cerca de seiscientos kilómetros con el único objetivo de hacerme pasar seis deliciosas horas en su supercálida compañía. Un "all i pebre" y una paella de langosta, amén de unos traguitos y unos (yo solo) canutines propiciaron un encuentro inolvidable.

María José me ha pedido que os mandara besos para todos, o biquiños, como dice ella. (Darío).

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María José escribió:

La verdad es que poco hay que añadir y complicado parece. Al final fueron 740 kilómetros, pero hubiera ido a la luna o a Marte [aunque hubiéramos tardado un poquito más :-)] con tal de compartir esas horitas juntos. Desde luego, mereció la pena. Con Darío podrías estar hablando horas y años y aún faltaría tiempo.

Comimos en un sitio precioso en la Albufera [Antonio J., creo que tú y Mercedes estuvisteis por ahí] al que, fijo, hay que volver. Además creo que me quedan por probar no sé cuántos tipos distintos de arroz :-).

¡Ah!, y conocí el bastón [perdón, no sé cómo se llama ;-)] del famoso Travelito, del cual esperamos la segunda parte del relato [mira que te haces de rogar, ¿eh? :-)]. Y ya cuando nos íbamos, conocí a Dariete. Es un chico encantador [y por lo visto algo perezosillo en los estudios ;-)] y con los ojos más bonitos que he visto. No sé explicarlo muy bien: se parecen al color verde del mar cerquita de la orilla. Sólo os cuento una cosa: cuando estaban Darío y Pepe hablando [cosa rara, porque ambos son calladitos ;-)] le dije a Dariete en un aparte:

- Tienes un padre maravilloso.

- Desde luego que sí lo es -me contestó.

Un besazo enorme, Darío, y de nuevo gracias por estos ratos tan majos. Ya sabes que en Madrid está tu casa. Un abrazo también de parte de Pepe. (María José).