127- MARÍA JOSÉ, PEPE, ANITA, Y CHUS, EN EZCARAY.
María José escribió: Tras una loca semana, a ver si soy capaz de sentarme de una vez y escribir algo apañadito :-) . De todas formas, como está claro que somos todos vaguísimos, como no empiece yo lo llevamos claro ;-) .
Elena, majísima ella, nos estaba esperando en la carretera para que no nos perdiéramos [graciñas, moza, si no, seguro que hubiéramos aparecido en Valencia por lo menos ;-) ]. Llegamos a Ezcaray el miércoles a eso de las 9:00 de la noche. Ya nos estaban esperando los de Bilbao (Anita y Chus) en la cafetería de la antigua fábrica de Ezcaray [sí, antes de que alguien lo diga, tenemos una "extraña" predilección por los bares, y si hay que tomarse un vermucito, pues se toma :-D ]. Después de un cafetito [bueno, o un cola-cao, mosto, vino y cosas parecidas :-) ], fuimos a casa de Elena para conocer al resto de la familia. Tiene una casa preciosa [hombres, iros con cuidado porque tiene un acuario con cangrejos y pirañas... ¿o eran sardinas? :-) ]. Allí conocimos a Eva, una preciosidad de 12 años [que sospecho que debe tener a los muchachos de menos de 20 años encandilados], Asun (hermana de Elena), su hija, Fernando y cómo no, Paula.
Paula es la sonrisa personificada. De las que te coge de la mano y no te suelta hasta que no le termines todas las canciones de Mulán y Pocahontas. Cariñosa, mimosa, tierna, un sol, una caricia entre el frío... Os envío unas fotos para que veáis los guapísima que es y los ojazos que tiene.
Después de que cenaran los jóvenes, nos fuimos los mayores a conocer los bares de Ezcaray y a tomar algo por ahí. Podría ponerme a hablar de los pimientos rellenos, morcilla, pastel de setas, gambas, etc... pero vale... que me conozco... y mejor me callo, ¿no? :-) .
Luego nos fuimos a dejar los trastos a una casa preciosa que nos había reservado Elena en medio del pueblo, tipo buhardilla, toda de madera y con chimenea... os podéis imaginar... No sé hasta que hora pudimos tirarnos de charleta mirando el fuego... pero fueron bastantes horas, si es que somos unos charlatanes ;-) .
Al día siguiente, después del madrugón de Ana que se empeñó en que nos levantáramos con las luces del amanecer [las 13:30 ;-) ], ya empalmamos el vermú con la comida [si es que el estrés en vacaciones es malo]. Sólo quiero deciros, que a pesar de los despertares tardíos, logramos ver alguna iglesia, que tenía Pepe en mente, y dimos largos paseos por el pueblo y la ribera del río en medio de un paseo con los árboles de todos los tonos amarillos y rojos y cantando con Paula de la mano todas las canciones que se nos ocurrían [¡pero qué mal cantamos, ¿verdad Paula? :-) ]. También jugamos a los dados [bravo, Ana, aprendiste en seguida... y Chus, ¡qué se le va a hacer!, seguro que en otras facetas tendrás más suerte, pero si existiera superioridad manifiesta en esto, pues tendrías que reconocerlo sin temores :-) ]. Y para que no se diga, empezamos una pequeña partidita de mus para irnos conociendo de que pie cojeábamos cada uno... por esta vez les dejamos que ganaran, más que nada porque los de Bilbao son miajina susceptibles, y no es cuestión de irles avasallando a la primera de cambio, pero queda en pié la revancha... si se atreven, claro... que no sé yo ;-) .
Y poco más hay que contar: que fueron 4 días estupendos, que "con los madrugones que nos pegamos" tampoco llegamos a verlo todo. Así tenemos una excusa preciosa para volver... y ojalá sea prontito.
La verdad es que cada vez me cuesta más expresarme. A ver si convenzo a Pepe de que cuente algo, y Anita, cielo ¿estás por ahí? ;-) .
Me da la impresión de que la mayoría de vosotros (aunque últimamente anda pelín calladita ;-) ya conocéis a Elena. Sólo deciros que en persona es más maravillosa todavía, si eso es posible. Es charlatana, cariñosa y bromista. En este sinsentido que todavía no tengo muy claro por qué nos toca vivir a algunos, sólo sé que me ha dejado sin palabras su capacidad de entrega, de cariño, de ilusión... de las ganas inmensas de vivir y de ser feliz. No os podéis imaginar la fortaleza que se le escapa a Elena con cada palabra cuando dice lo de ponerse el mundo por montera y de que pase lo que pase y cuando pase, saber que ha conseguido la completa felicidad de Paula. Miles de estudios, cartas, médicos... calor, comprensión, ternura, cariño. Es imposible dar más. Cuando alguien tiene esa fuerza interior, es imposible no acabar ganando. Cuando esas ganas de ser feliz salen de esa forma de las entrañas, siempre se vence, siempre.
P.D: Me temo que fotos de grupo no salieron, pero ahí os van algunas de la sonrisa más bonita que encontramos en Ezcaray. La otra es de un perrito muy fotogénico que accedió a posar con nosotros en el paseo de la orilla del río.
Miércoles 31-10-2001: Estaba rodeada de 15 chiquillos, con velas y calabazas, pidiendo por la calle el típico "caramelo o susto" importado de los yankis, pero que para pasar un rato nos sirvió a las mil maravillas, cuando sonó ese cachivache (móvil) que, por la falta de costumbre, me pega un susto de mil demonios. Era María José. Decía que estaban a 40 km. y que se habían retrasado. En fin, seguí con las calabazas y con los chiquillos, y al momento sonó otra vez el dichoso cachivache... y de nuevo el susto pertinente. Ahora era Anita: que también se retrasaban y acababan de salir de Bilbao. "¡No me fastidiéis, que gente más impuntual! :-) . ¡Con las ganas que tenia de verlos!.
Seguiremos con las calabazas chillando a los niños y dándole vueltas a esta cabecita que Dios "m'a dau": ¿Serán altos o bajos?, ¿guapos o feos?, ¿con tan mala leche, alguna como m'han dicho, o la fama sigue siendo tan barata?, ¿vendrán desnudos o vestidos (Chus, chico, la cabeza piensa lo que quiere)?, ¿sinvergüenzas como en alguna misiva, o todos retraiditos? En fin tenía que esperar.
Pero la espera fue menos de lo que me supuse, pues le pegó al acelerador desde Bilbao. Estando yo en mis cavilaciones, volvió a sonar el cachivache. Ya estaban en Santo Domingo (a 12 km de Ezcaray). Dejé a Paula en casa con su hermana y me dirigí a la carretera a esperarlos. Imaginaros... noche cerrada... frió del carajo... esquina muy apropiada... y yo allí... parecía que estuviera haciendo uso del oficio más antiguo :-) . ¡No me faltaba mas que el bolsito! :-) . ¡Todo sea por la incógnita de saber si iba a encontrar a las mismas personas que, por sus cartas, llevaba imaginando un añito, más o menos.
Al fin paró un coche... ¡Tatachan, tachan! Delante tenía dos caras que para mí simbolizaban las de todo un grupo de gente que me habían leído y a las que había leído... unidos en risas y alegrías y, también, en llanto y tristezas... con los que había compartido unos sentimientos tan hondos que poca gente, aunque me conozcan de toda la vida, saben de mí. Espero que no se me notase, pero las piernas me temblaban :-) .
Tras los besos reglamentarios, entramos en el Albergue.¿Y, a que no saben qué pide el chicarrón del norte? Un colacao. ¡No me fastidies, Chus: en la Rioja y colacao! :-) . En fin, en estas estábamos, cuando llegaron los madrileños. Ya estando todos, "la Jose" le pega al martini cosa fina... [bueno, tampoco es que sea alcohólica anónima, solo borrachita conocida je, je, je].
Seguimos, fuimos a casa a conocer a toda la panda. Mi moza grande es un pelín vergonzosa. Paula siempre está encantada de que todo el mundo la contemple y la mime. Pepe, con su gran paciencia, le cotó el cuento de Mulan.. [bueno, estoy segura de que se lo hubiese contado de habérselo sabido, pero el hombre tiene otras predilecciones en cuestión de lecturas. ¡Pepe hay que ponerse al día -)]. De allí, nos fuimos al piso que les había proporcionado, ya lo siento, era un tercero sin ascensor.. . pero bonito [os juro que muy bonito: hasta tiene chimenea... queda como muy romántico]. Anita, cuando tuvo que subir tanta escalera, me miró con tan mala cara que quise desaparecer... [bueno en realidad la que me miró mal fue la muleta :-)].
Después de dejar bártulos y demás enseres, Chus se trajo medio supermercado y nos dirigimos a la cena. ¡Para mí, que estos a lo que vinieron fue a papear :-)! . Varios manjares típicos de mi tierra cayeron, pero las botellas de vino sólo la menda las bebía. Y lo que es peor: no probaron la carne. ¡Así se hace negocio en mi carnicería! :-) .
Después, el cafecillo lo tomamos en el bar más elegante de Ezcaray [había que impresionar a la peña :-)]. Tras mucha charleta, se quisieron recoger... que si mañana había que madrugar para ver no sé qué... que si había que aprovechar el tiempo y levantarse pronto... bueno, todos a la camita. Pero la única que madrugó fui yo: que al día siguiente a las 8:00 ya estaba en mi tienda con una sonrisa de oreja a oreja y con unas ojeras también de oreja a oreja :-) esperando que vinieran a darme los buenos días. Esperar, esperé, pero hasta la hora de comer: los muy gandules no madrugaron n'a. Eso sí, iban a ir hasta un pueblo a unos 50 km. a ver una iglesia. Ja, y a menos de 5 km. les entró el hambre y de allí no pasaron. ¡Lo que os digo, estos vinieron a la Rioja a papear [comer en riojano :-)].
Por la tarde había quedado en dar una vueltecita con ellos y con mi moza, pero entre el frió que hacía y la moza que se puso un poco rarilla, lo dejamos p'a la noche. ¡Qué frío! La verdad, hacía más, pero las copitas siempre entonan un montón.