171- LA FERIA DE LAS MISERIAS: REALITY SHOW. Por Darío Pérez, valenciano, "im-paciente" (eso dice él) de ataxia paraneoplasia.

Me enganché a ver ese programa de TV que llaman "Pensión Caspa". Al principio me daba como vergüenza reconocer mi adición... tanto es así que traté de averiguar el porqué de este enganche. Ya tengo la respuesta y, naturalmente, como todas las adiciones, ésta me gratifica. No me daba cuenta, burbujeaba en mi neurona de una forma subliminal: Si estás tomando ese sol de invierno, en ese recachito tan abrigado que te deja deleitarte con el paisaje nevado sin que sientas el menor escalofrío, el Sol te envuelve y acaricia, sabes perfectamente de dónde viene tu bienestar. Tras una buena percebada regada con buena sidra o buen alvariño en cálida compaña, uno sabe porqué está tan a gusto. Te fumas un purito, lo compartes, un té chai, calentito, y discutes de fútbol con tus amigos, mientras en la tele ves cómo el Real Madrid de tus amores está dando un baño al rival de turno... ¡caramba!, uno sabe a ciencia cierta de dónde emana el placer que disfruta. Y no hablaré de otras fuentes de todos conocidas que a tanta gente enganchan, pero que en definitivas cuentas es de cajón que se saben los orígenes (no confundir con el filósofo griego).

Ahora podría plantear un acertijo: ¿Cómo me gratifica Hotel Glam?. De locos es la respuesta. No daríais con ella en cien años (ni yo estoy dispuesto a esperar tanto, aparte de que para entonces se me habría olvidado... ¡hombre!, es ahora y ya se me estaba olvidando de qué iba la cosa). Pensión Caspa me ha hecho entender "El Mito de Fausto". Me explico: Esa idea de Mefistófeles proponiéndole a alguien la compra-venta del alma: A mí siempre me ha olido a chamusquina... y no lo digo por lo del olor a azufre que dicen preside los encuentros entre el maligno y la supuesta víctima. Vender el alma es una tarea harto complicada, según la idea que inconscientemente le daba yo al alma... es decir, la que le corresponde dentro de ese contexto, abundo: la idea de un creyente. Un no creyente, como lo soy yo, mezcla, encaja todo dentro del contexto y dice: ¡que bobada, yo le vendo la mía!. Pero ¿qué mía? ¿Cómo voy a vender lo que ni tengo ni existe?, (acordaos, yo no soy creyente y estoy hablando conmigo mismo, al estilo del pirata africano... un saludín A-J.).

Así que no tengo inconveniente en vender, pero mira tú por dónde, me veo unos cuantos reality show y descubro como un iluminado, o como decía el Padrino en su finca de Corleone (detalle para cinéfilos): "Mi sento colpito come per un fulmine" ... veo la Luz. Ya sé a qué se refiere la gente cuando habla del alma: El alma es esa cosa que todos escondemos tras un velo de pudor. ¿Cómo iba yo a saber lo que es el alma? El Hombre es comparativo: nada sabe sin una referencia y cuando se le acabó el muy cerca, cerca, lejos, lejísimos, tuvo que inventar los pies y los pasos. Total, que yo estaba muy perdido... y ahora estoy todavía más perdido. ¡Tú verás! No tengo fin para este rollo... así que….¿y si lo dejamos para el próximo boletín?... porque lo siguiente es miaja fuerte.

Cuando veo a esa pobre gente, desnudando sus miserias ante la audiencia, cuando destrozan todo su futuro, su credibilidad, cuando los imagino desnudos por dentro, mejor dicho, cuando imagino como les verán en adelante, con el alma al aire, con esa cosa que con tanto cuidado ocultamos y sólo la dejamos entrever a los muy íntimos, siento un calor reconfortante correr por mis venas. Conozco a putatáxicos, que no desnudarían su alma ni a cambio de volver a andar, acariciar, cantar e ir a los conciertos sin un dispositivo para evacuar, y estos desgraciados lo hacen simplemente por dinero. ¡Claro que estoy enganchado a los reality shows! ¿Cómo no estarlo? Me hacen olvidar mi manola (silla de ruedas manual): no puedo andar, pero no me arrastro [entendámoslo: en sentido figurado, que aquí el que no corre vuela... ya estamos... ¡bah!... bórralo todo (frase de Locomotoro, personaje de los Chiripitifláuticos: creación del turco Banegas (argentino) y un servidor)]. Decía: "¡Que pena!, nos morimos de envidia hacia los verticales y, mientras, alguno de ellos me hace cada vez, ser más consciente de que la belleza sólo se alcanza regándola con las lágrimas del sufrimiento". Eso es muy lamentable por otro lado, pero como me dijo una vez una amiga mía putatáxica ella y que bebe agua del Ebro: "La putataxia me ha hecho buena". Es duro que la cosa sea así, pero lo es. De ahí el gusto de escribir para esta gente que tiene el certificado de BONDAD marcado en los glúteos o en los antebrazos.

En el próximo boletín si dios quiere……… ¡Hombre!, es que si he descubierto lo que es el alma, ¿quién dice que mañana no me encuentre creyendo en Rapel?. ¿Qué opinas Profe?.

Darío, creador original del: "Que Seáis Buenos", os recomienda ejercitarlo.

Valencia del Cid, a veinte y nueve de Abril del año del Señor 2003.