9- POSIBLE NUEVA TERAPIA PARA UNA ENFERMEDAD NEURODEGENERATIVA, ATAXIA TELANGIECTASIA. 17- Agosto-1999. Por Suzanne Clancy. Copiado de la página web: <http://unisci.com/stories/19993/0817993.htm>. Traducido por Ana Leguina.

Cualquier video casero de niños pequeños, para regocijo de los adultos, mostrará el tambaleo y zigzagueo típico de esta edad. Sin embargo, para los niños nacidos con la rara enfermedad genética Ataxia Telangiectasia, normalmente denominada A-T, lo que puede parecer una normal y adorable falta de coordinación se convierte en una pérdida progresiva y continuada del control muscular y una muerte temprana.

Localizando la fuente de la neurodegeneración, un nuevo estudio de Salk Institute abre las puertas a un potencial tratamiento, dando esperanzas a los afectados por esta enfermedad actualmente incurable.

"Lo estimulante de esto es que ahora existen terapias disponibles que merecen la pena ser probadas" -ha dicho Brad Margus, Presidente de A-T Childrens Projet, Fundación y Asociación para familias con afectados por este desorden. La palabra ataxia se refiere a la marcha alterada producida por los efectos neurodergenerativos de la enfermedad; y telangiectasia se refiere a las manchas provocadas por la dilatación de los vasos sanguíneos, que se aprecian comúnmente en la piel de los pacientes.

Los bebés nacidos con Ataxia Telangiectasia parecen perfectamente normales y saludables durante sus primeros años de vida. Muestran sus primeros síntomas cuando son niños pequeños o jóvenes colegiales: normalmente, comenzando a tambalearse.

"La gravedad del problema no es clara a primera vista" -ha dicho el profesor Carrole Barlow, principal autor del estudio que aparece en el número actual de Proceedings of the National Academy of Sciences-. "Sin embargo, para su adolescencia, la mayoría necesitan la utilización de una silla de ruedas y muchos pierden el control de los movimientos oculares, de tal forma que incluso leer o fijar la mirada en un juego, se vuelve difícil".

Los pacientes con Ataxia Telangiectasia también son propensos a desarrollar algún tipo de cáncer, por lo general leucemia y linfomas, y carecen de un sistema inmunológico fuerte. Antes de los 30 años, la mayoría sucumbe al cáncer o a alguna infección.

Barlow y varios colegas del National Institutes of Health, crearon ratones con el gen Atm deficiente, que resultó ser el causante de la Ataxia Telangiectasia, descubierto en 1995. Los ratones desarrollan síntomas que se pueden comparar muy estrechamente a los de la enfermedad en los humanos.

"El desarrollo de un modelo animal para la enfermedad proporcionó el descubrimiento que necesitábamos para encontrar el defecto subyacente: una incapacidad para hacer frente al daño oxidativo" -dijo Barlow.

En el actual estudio, Barlow y sus colaboradores examinaron las células de los cerebelos de estos ratones, la parte del cerebro que se sabe que está afectada por la Ataxia Telangiectasia.

"El cerebelo es el panel central de control para todos los movimientos" -dijo Barlow-. "Por ejemplo, si se extiende el brazo y se decide ponerlo encima de la cabeza, el cerebelo informa al resto del cerebro y cuerpo sobre dónde está el brazo y en que dirección debe moverse".

En los pacientes con Ataxia Telangiectasia, las células importantes del cerebelo, denominadas células de Purkinje, mueren despacio pero de forma constante, causando la progresiva pérdida del control motor. Cuando Barlow y sus colegas examinaron las células de Purkinje en los ratones con el gen Atm deficiente, encontraron ahí al posible causante de la muerte de las mismas.

"Las células mostraban una clara evidencia de daño oxidativo" -señaló Barlow-. "Todos nosotros encontramos oxidantes, normalmente llamados radicales libres en nuestra vida diaria: son subproductos del metabolismo ordinario. La mayoría de nosotros, podemos aguantar o reparar el daño que estas toxinas producen en nuestras células, pero en las personas con Ataxia Telangiectasia, el sistema de defensa parece estar dañado en estas importantes células cerebrales".

Los oxidantes son compuestos altamente reactivos que causan estragos en el sensible equilibrio químico dentro de las células, creando "basuras moleculares". Dentro de las células cerebrales de los ratones con el gen Atm deficiente, Barlow y sus colegas encontraron reveladoras pruebas de la agresión oxidativa.

Los resultados fueron algo inesperados, ya que el producto del gen Atm no es una enzima especializada para hacer frente al daño oxidativo. Mas bien, es una kinasa, un tipo de proteína que típicamente activa y desactiva la acción de otras proteínas.

"Por lo que pensamos que la proteína del gen Atm pone en funcionamiento las moléculas del sistema de defensa" -dijo Barlow-. "Cuando ésta falta, se produce dentro de estas células cerebrales un daño oxidativo, hasta el punto de que las enzimas principales y otras proteínas ya no funcionan y las células mueren. Este mismo efecto acumulativo, se aprecia también en otras enfermedades neurodegenerativas, y de hecho una corriente de opinión afirma que el normal envejecimiento es debido a una acumulación del daño oxidativo".

Se encontró una intrigante similitud entre el gen Atm y el gen denominado age-1, encontrado en el diminuto gusano experimental Caenorhabditis elegans. Los gusanos que producen una cantidad extra de age-1, viven mucho más que sus semejantes.

"Los descubrimientos del gusano subrayan el papel central de la defensa oxidativa en la conservación de la vida" -dijo Barlow-. "También sugieren que puede ser posible prolongar la vida administrando medicamentos antioxidantes. La vitamina E es un antioxidante que se encuentra en nuestra dieta, y hay otras medicaciones más potentes que podrían probarse para prolongar la vida de las personas con Ataxia Telangiectasia".

Según Margus: "El estudio del Dr. Barlow es el primero en presentar clara evidencia empírica de lo que actualmente está causando la muerte de las células cerebrales en esta enfermedad. Y eso nos da una base para hallar un tratamiento potencial".

La deficiencia de defensa oxidativa puede también ayudar a explicar el alto índice de cáncer en pacientes con Ataxia Telangiectasia, porque el ADN dañado puede dar lugar a mutaciones que hagan elevar el índice cancerígeno de las células.

La colaboración en este estudio incluye además a Phyllis A. Dennery de la Stanford University, Mark K. Shigenaga de la University de California, Berkeley, Mark A. Smith de Case Western Reserve University, Jason D. Morrow y L. Jackson Roberts II de la Vanderbilt University, Anthony Wynshaw-Boris de la University de California, San Diego, y a Rodney L. Levine del National Heart, Lung, and Blood Institute.

El estudio titulado "La deficiencia del gen de la ataxia-telangiectasia provoca un daño oxidativo en órganos vitales" fue apoyado por el National Institutes of Health, la Burroughs Wellcome Fund, y la A-T Children's Project. Barlow ocupa la presidencia del Fredreick B. Rentschler Developmental.

El Salk Institute for Biological Studies, situado en La Jolla, California, es una institución independiente sin ánimo de lucro dedicada a los avances fundamentales de la ciencia, a la mejora de salud y requisitos humanos, y a la preparación de futuras generaciones de investigadores. El Instituto fue fundado en 1960 por Jonas Salk M.D., con la cesión de los terrenos por parte de la ciudad de San Diego y el apoyo financiero de la March of Dimes Birth Defects Foundation.