10- DIVISIÓN DE LAS ATAXIAS HEREDITARIAS Y AVANCES EN LA GENÉTICA. Por el Doctor Palau. Copiado del Boletín número 29, octubre 1995, de la Asociación Española de Ataxias Hereditarias por Miguel-A.

Las ataxias hereditarias se clasifican en función de dos criterios fundamentales, la edad de inicio y el tipo de herencia mendeliana. Según la edad de inicio se distingue entre las ataxias de inicio precoz, antes de los 20 años de edad, y las ataxias de inicio tardío, que debutan después de los 20 años. Según el patrón de herencia se habla de ataxias autosómico recesivas y ataxias autosómico dominantes. Las ataxias recesivas se caracterizan por tener, habitualmente, un inicio precoz, mientras que las ataxias dominantes suelen ser de inicio tardío.

Las ataxias recesivas se manifiestan clínicamente cuando la persona es portadora de dos genes mutantes, es decir, es homozigota mutante para la enfermedad. Ello conlleva el hecho de que no haya antecedentes familiares en las generaciones precedentes, siendo ambos padres estrictamente normales, aunque, tanto el padre como la madre son portadores obligados, esto es, tienen un gen normal y otro mutante, el que transmitieron a su hijo. A estas personas se las denomina como heterozigotos para la mutación. Para estos padres, el riesgo de tener más hijos enfermos en futuras gestaciones es del 25 por ciento en cada una de ellas.

En las ataxias dominantes es suficiente que la persona sea portadora de la mutación en uno de sus dos genes para que desarrolle la enfermedad. En estos casos sí que se encuentra antecedentes en la familia, en concreto, en generaciones previas; uno de los dos padres también padecerá la enfermedad. El riesgo, pues, de transmitir la mutación a la descendencia es del 50 por ciento

En los dos últimos años se han producido importantes avances en la compresión de las bases genéticas de las ataxias hereditarias, que resumo a continuación:

l- Se ha descrito hasta 6 localizaciones génicas para las ataxias dominantes en los cromosomas 6 (gen SCA1), 22 (SCA2), 14 (SCA3 o enfermedad de Machado-Joseph), 14 (SCA-4), 11 (SCA5) y la ataxia con degeneración retiniana en el cromosoma 3. Todo esto demuestra claramente la gran heterogeneidad genética de estas enfermedades y complica los estudios que se pueden realizar en cada familia.

2- Se ha descrito la mutación subyacente a las ataxias dominantes SCA1 y SCA3. E1 tipo de mutación es el mismo para ambas y consiste en la repetición variable de un triplete de nucleótidos CAG (C=citosina, A=adenina, G=guanina), por encima del umbral. Pasado este umbral, la persona desarrolla la enfermedad. La disponibilidad de estas dos mutaciones hace que se pueda rastrearlas en cada familia y, en caso de ser el análisis positivo, realizar un diagnóstico directo. También se puede investigar estas mutaciones en pacientes aislados con ataxias de inicio tardío, sin antecedentes familiares.

3- En el contexto de las ataxias recesivas precoces el hecho relevante ha sido la descripción de una forma de ataxia muy similar a la ataxia de Friedreich asociada a un déficit selectivo de vitamina E. La mutación se encuentra en el cromosoma 8, en el gen de la proteína transferidora del alfa-tocoferol, la forma química más frecuente de todas las que presenta la vitamina E. En comparación con la ataxia de Friedreich, es una forma rara de ataxia recesiva precoz, pero el hecho de sus similitudes clínica y neurofisiológicas hace que la determinación en suero de la vitamina E sea ya fundamental para el diagnóstico diferencial de la ataxia de Friedreich. Además resulta relevante dado que los pacientes con déficit de vitamina E se podrían beneficiar de un tratamiento con altas dosis de vitamina E. De todas maneras, aún es prematuro para hablar de los posibles beneficios de la terapéutica con vitamina E en pacientes deficitarios de la misma.

4- Por último, que sabemos más acerca de la ataxia de Friedreich. Tal vez, es en este campo donde las cosas están yendo más lentas. La región candidativa para el gen se ha reducido mucho, pero todavía no se ha aislado y caracterizado. En otro orden de cosas, se ha podido demostrar que formas variantes de ataxia de Friedreich, como es el inicio de la enfermedad después de los 20 años o la presencia de reflejos latelares conservados, están causadas por mutaciones en el gen del cromosoma 9.