35- LA ATAXIA HEREDITARIA TODAVÍA NO TIENE CURACIÓN. Entrevista a Antonio Salinero, paciente de Ataxia de Friedreich, Presidente de la Asociación Madrileña de Ataxias Hereditarias, editada en la revista AFIM (número julio-agosto de 1999).
"Al solicitar permiso a Antonio Salinero para la inserción de este artículo en Hispano-Ataxias, ha advertido que ha transcurrido bastante tiempo desde la grabación de la entrevista hasta su publicación en el número de julio-agosto de 1999 de la revista AFIM". (Miguel-A.).
La ataxia hereditaria conocida por Ataxia de Friedreich es una enfermedad neurodegenerativa hereditaria y recesiva, caracterizada por una vasta gama de síntomas incluyendo complicaciones en el corazón, los músculos, el esqueleto y el metabolismo. Desde su descripción por Nicholas Friedreich, profesor Alemán de medicina, hace más de 120 años, la causa de la Ataxia de Friedreich (AF) continua siendo un misterio y, además, es incurable.
Las ataxias hereditarias son un grupo de enfermedades que se caracterizan por la degeneración de sistemas funcionales de la médula, cerebelo y, a veces, de los órganos de los sentidos, como la vista y el oído. La más frecuente es la Ataxia de Friedreich, que aparece en la infancia, y la degeneración olivopontocerebelosa, que se desarrolla en adultos.
Antonio Salinero es el Presidente de la Asociación Madrileña de Ataxias Hereditarias.
PREGUNTA: - A grandes rasgos, ¿qué es la ataxia?.
RESPUESTA: - La ataxia es una perturbación en la coordinación de movimientos. En sentido amplio, ataxia significa desorden, confusión, descontrol... En medicina este término se aplica para designar a un grupo heterogéneo de enfermedades cuya característica común es la marcha atáxica: torpe y zigzagueante, como de borracho. Pueden ser de origen hereditario, metabólico, tóxico, u otros. En realidad, ataxia es un síntoma, una falta de finura en los movimientos. Por ejemplo, un borracho puede parecer que tiene una ataxia temporal; lo que ocurre es que a esta persona se le pasa la borrachera y deja de tener ataxia.
La ataxia puede ser de origen traumático, puede darse uno un golpe y verse afectado su sistema coordinador de movimientos. Puede ser consecuencia de un tumor, o de una infección vírica, o puede ser consecuencia de un defecto genético. En nuestra Asociación, nos ocupamos de las ataxias hereditarias y dentro de este concepto, también hay muchas diversidades, entre las que la más frecuente es Ataxia de Friedreich. Como la mayoría son debidas a una mutación genética descocida, no se pueden tratar; sin embargo, es importante establecer medidas paliativas y de rehabilitación con el fin de retrasar las complicaciones y mantener a los enfermos en las mejores condiciones posibles, esperando que los avances científicos descubran algún tipo de terapia.
¿Cuáles son los síntomas de la ataxia hereditaria?.
Los síntomas toman la forma de torpeza en la marcha con tendencia a tropezar y caer, dificultad para mantener una trayectoria recta, pérdida de destreza y movimientos temblorosos de manos, cabeza y ojos. La articulación de palabras es lenta, explosiva y titubeante, llamándose disartria. También pueden desarrollarse deformaciones ortopédicas como pies cavos y escoliosis, pérdida de visión y audición, y complicaciones cardíacas. Por ejemplo, los que tenemos la ataxia de Friedreich (AF), los síntomas se refieren principalmente a la deambulación y el movimiento fino. Por ejemplo, somos incapaces de llevar correctamente un vaso con líquido, de coger cosas con precisión; siempre vamos tanteando con la mano, porque si no, al querer alcanzar el objeto, nos pasamos o no llegamos a la distancia adecuada. Un 90 por ciento de los afectados también padecemos escoliosis. Por otra parte, casi todos tenemos una cardiopatía, porque en cada momento se van muriendo las células; esto afecta al corazón, aumentando el tamaño de éste. También se tiene, en mayor porcentaje que el resto de la población, problemas de diabetes, de oído, de vista, y de deglución. Lo que es muy llamativo dentro de esta ataxia, es la gran diferencia existente entre unos enfermos y otros. Hay afectados con 15 o 16 años que ya van en silla de ruedas y hay otros, yo por ejemplo, que usamos la silla de ruedas a los 50 años.
- ¿Se está investigando el porqué de estas diferencias?.
- Afortunadamente sí, ahora se empiezan a conocer los mecanismos de la enfermedad. Hasta ahora era un absoluto misterio. Ahora se dice que se trata de una repetición GAA, de hasta mil y pico de veces, en un gen. Cuanto mayor sea esta repetición, más agresiva es la ataxia y, por ello, los síntomas son más acusados. Hay algunos afectados que no pueden ni hablar, tienen escoliosis muy acusada, el cuerpo lo tienen encogido porque tienen muy afectada la columna, y/o tienen problemas respiratorios.
Gracias a la ingeniería genética se ha descubierto que el gen responsable de la Ataxia de Friedreich está localizado en el cromosoma 9. Ello ya permite poder identificar a los portadores de la enfermedad y tomar medidas para prevenirla. A la vez, se abre la esperanza de encontrar un tratamiento. Desde luego, no es lo mismo que cuando a mí me diagnosticaron hace 29 años. Aquí en España hasta hace muy poco tiempo los especialistas sabían muy poco del tema porque la enfermedad era muy poco frecuente. Ahora nosotros, en la Asociación, estamos recabando gran cantidad de información por las publicaciones editadas en otros países. Ahora es cuando diferentes grupos de investigación en el mundo están intentando descubrir cuáles son en realidad los mecanismos de la enfermedad, se está investigando el gen X-25 del STM7 que se descubrió en 1996, y esperemos que pronto se sepa lo que se puede hacer verdaderamente.
Lo peor que tiene esta enfermedad es que es progresiva: mañana se estará un poco peor que hoy, y al día siguiente aún un poco peor. Cuando yo estaba en la mili, me costaba seguir el paso, pensaba que era un poco torpe, y luego descubrí que era enfermo de ataxia hereditaria. Pero me alegro de que haya sido tan tarde. Lo supe con 20 años; es mucho más duro para un niño de 10 años. Esperemos que se descubran pronto tratamientos, porque los afectados mueren jóvenes. A mí, cuando me diagnosticaron la enfermedad, me dijeron que mi esperanza de vida no iba más allá de los 40 años, afortunadamente tengo 53 y no estoy dispuesto a morirme. Y punto.
- ¿Es fácil en la actualidad diagnosticar la enfermedad?.
- Para el especialista no ofrece ninguna dificultad, ni siquiera en los primeros momentos, pues la clínica, aunque oscura, ofrece datos significativos y se dispone de pruebas fidedignas al respecto. Ahora bien, para el médico de medicina general, poco habituado a estas patologías, es lógico que determinados aspectos "finos" de la exploración neurológica puedan pasar desapercibidos momentáneamente y dar lugar a que se retrase el diagnóstico. A veces, se puede complicar al existir enfermedades similares que podrían confundir; pero precisamente la ataxia de Friedreich, dentro del grupo heredodegenerativo espino-cerebelar, es la más fácil de diagnosticar para un experto por su frecuencia (la más frecuente del grupo) y por los abundantes datos clínicos descritos.
- ¿De qué modo se transmite la Ataxia de Friedreich?.
- Se transmite mediante un patrón autosómico recesivo: es decir, los padres son portadores (no están enfermos, tienen cada uno un gen del FA normal y otro anómalo), pero a la hora de juntar sus células reproductoras, se puede dar la casualidad de que ambos contribuyan con su gen anómalo a la formación del feto. Con un gen anómalo y otro normal, solamente se es portador, pero con los dos genes anómalos, uno heredado de cada padre, se padece la enfermedad.
- Entonces, ¿cómo se produce?.
- En las células de cualquier ser humano, existen respecto a la enfermedad tres tipos genéticos: enfermo (FF), portador no enfermo (NF), y ni portador ni enfermo (NN). Al unirse dos portadores (NF), el 25 por ciento de los hijos estará afectado o enfermo; el 50 por ciento será portador (no afectado); y otro 25 por ciento será sano no portador. En cambio, cuando los padres son un enfermo y uno sano, pueden ocurrir dos posibilidades: que el sano sea portador, o que el sano no sea portador. Los hijos entre un afectado y un sano portador, aproximadamente, el 50 por ciento será enfermo y el otro 50 por ciento portador. Mientras que si el sano no es portador, el 100 por ciento de los hijos no serán enfermos, pero sí portadores. Sin embargo, el cálculo que se establece para todas las posibilidades -tantas como células reproductoras tenga la mujer, 270 ovulaciones en su vida sexual- queda relativizado, ya que los espermatozoides del hombre son varios millones en cada eyaculación. Así, la ley del azar introducida por esa cantidad de espermatozoides, se suma a las leyes matemáticas por las que se rige la genética.
- ¿Cuál es la incidencia de la ataxia de Friedreich en la población?.
- Aunque no se pueden dar cifras muy precisas, la AF es una enfermedad poco frecuente. Las estimaciones mas fiables hechas en Gran Bretaña e Italia coinciden en dar aproximadamente un afectado por cada 50.000 habitantes. En España, hasta ahora no se había hecho ningún estudio. Nuestra Asociación está realizando este estudio y los primeros datos que poseemos son del mismo orden.
- Si como ya se ha señalado, estamos ante una enfermedad incurable, ¿qué es lo que se ha conseguido en estas investigaciones?.
- Afortunadamente muchas cosas, aunque en realidad están empezando a dar frutos ahora. Desde que Friedreich describió la enfermedad a finales del siglo XIX, hace 120 años, no fue hasta 1996 cuando muchos laboratorios y científicos de Canadá, Estados Unidos, España, Francia, Italia y Bélgica pudieron esclarecer cómo la deficiencia de Frataxina, una proteína manifestada por el gen X25, parece ser la causa de la AF y que está causa se podría tratar. Aunque la relación entre el papel de la frataxina y la causa de la AF está basada en la teoría, la observación podía eventualmente conducir a ensayos clínicos. Los científicos han demostrado que una región de este gen tiene una mutación particular que consiste básicamente en una repetición triple de algunos componentes del ácido ribonucleico (RNA). En las conclusiones de este tipo de trabajo se demuestra que este largo triplete interfiere con el procesamiento del RNA.
- Para hallar una solución para la ataxia hereditaria, científicos Españoles han logrado eliminar la ataxia cerebelar en ratas de laboratorio.
- Sí, ha sido este año. Tres científicos del Instituto Cajal del CSIC han logrado recuperar la coordinación motora de ratas con ataxia cerebelar inducida, mediante la administración de un factor de crecimiento. Desde luego supone una esperanza. Estos científicos utilizaron ratas como modelo experimental, a las que selectivamente se eliminó, utilizando una neurotoxina, las neuronas del cerebelo que participan en el control de movimientos. Posteriormente, administraron a las ratas atáxicas el factor de crecimiento IGF-1 en diferentes tiempos y en diferentes rutas. En todos los casos, según los científicos, los animales recuperaron la coordinación motora, siendo su comportamiento idéntico al de las ratas sanas y sin efectos secundarios. La molécula administrada pertenece a la familia de factores de crecimiento similares a la insulina y juega una importante función en el desarrollo cerebral y en el cerebro adulto. Ya ha sido utilizada en otras patologías humanas , como la diabetes, el enanismo y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Estos científicos han señalado que los resultados son esperanzadores, pero también han subrayado que se trata de un trabajo experimental de laboratorio y que no se puede adelantar el efecto de esta terapia en seres humanos. Según han dicho, este equipo colabora con el Dr. José Berciano, jefe del departamento de Neurología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, donde empezarán pronto un ensayo clínico piloto en el que se administrará este factor a personas con ataxia cerebelar. Esperemos que con estas investigaciones se logre algo definitivo, porque sólo se podrá tratar esta enfermedad cuando se conozca el proceso.
- Hasta que llegue ese día, ¿qué se puede hacer para paliar la enfermedad?.
- Un tratamiento sintomático en cada caso. Así, quien tenga problemas cardíacos habrá de requerir el tratamiento adecuado, al igual que el diabético. En algunos casos, las deformaciones esqueléticas son susceptibles de ser tratadas quirúrgicamente y pueden ser abordadas tras una cuidadosa evaluación. Con carácter general debe aconsejarse a todos los afectados que se mantengan tan activos como sea posible. Sobre todo, recomendamos hacer rehabilitación o cualquier ejercicio físico sin más limitaciones que las que impone la propia enfermedad. La natación es un ejercicio excelente. Las dificultades de movilidad se acentúan por periodos de reposo en cama, por lo que éstos deben restringirse al mínimo imprescindible.