87- ATAXIA DE FRIEDREICH: EL CIENTÍFICO DESTACADO.

Original en el boletín de FARA (Friedreish's Ataxia Research Alliance) "invierno 2006-2007", sección "El científico destacado", página 8. Traducción al español de Cristina Fernández.

El Dr. Massimo Pandolfo descubrió, en 1996, el gen responsable para el ataxia de Friedreich. El Dr. Pandolfo trabaja actualmente como Profesor de Neurología en la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica, dónde continúa estando en la vanguardia de la investigación en Ataxia de Friedreich, colaborando con colegas de todo el mundo. El Dr. Pandolfo también es miembro fundador de FARA (Friedreish's Ataxia Research Alliance), y pertenece a su comité asesor científico. Recientemente, hemos logrado hablar con él, al finalizar la III Conferencia Científica Internacional de Ataxia de Friedreich, en el Instituto Nacional de Salud en Bethesda, Maryland.

¿Qué le hizo empezar a usted a estudiar el ataxia de Friedreich?.

Fue por casualidad. Había empezado mi especialidad de neurología en Milán. Mi supervisor, el Dr. Stefano Di Donato, había desarrollado interés por esta enfermedad, y había estado siguiendo a varios pacientes (aproximadamente 80). Pienso que fue debido a que estuve en el grupo de Quebec sobre Ataxia de Friedreich, impulsado por Claude St-Jean, y por el Prof. Barbeau, que involucró a algunos italianos como al Dr. Di Donato, y también al Prof. Alessandro Filla, que hoy está presente en esta reunión de Bethesda, y que pasó algún tiempo en Montreal con el Prof. Barbeau al final de los años 70 para iniciarse en "ataxiología". Cuando yo empecé, aún no había tenido lugar "la explosión genética". Utilizábamos la bioquímica para intentar entender los fallos básicos en la Ataxia de Friedreich. Mis primeros estudios se centraron en la enzima málica, pues, en ese momento se sospechaba que estuviese involucrada en la enfermedad, como decían unos estudios del Dr. David Stumpf. De hecho, el problema estaba en una enzima mitocondrial, pero no se sabía en cuál. Sin embargo, eso avivó mi curiosidad y deseo de encontrar la causa de esta enfermedad. También estaba viendo a pacientes de Ataxia de Friedreich, y empezando a conocerlos. En 1983, después de mi servicio militar, empecé a conocer la biología molecular y genética, primero en Italia, luego en UC Irvine, dónde aprendí el análisis de las uniones y el mapeado de genes, pero trabajando en una enfermedad diferente. Regresaba a Italia en 1988, cuando la Dr. Sue Chamberlain había mapeado el FA en el cromosoma 9, y pensé que podía encontrar el gen haciendo uso de lo que había aprendido, y estaba aprendiendo, sobre genética molecular. Ése iba a ser mi proyecto durante los años siguientes.

¿Cómo descubrió usted el gen responsable del ataxia de Friedreich?.

Fue una experiencia muy excitante que provocó muchos intercambios de información entre los grupos colaboradores. La mayoría de la actividad tuvo lugar en 1995, después de que el gen hubiera sido trazado en una región bastante pequeña del cromosoma 9, de nuevo gracias al esfuerzo colaborador de muchos grupos. Yo estaba en Baylor en esa época. El grupo del Dr. Michel Koenig, de Estrasburgo, estaba deseoso de colaborar en un último esfuerzo por encontrar el gen, y yo estaba en contacto continuo con el Dr. Sergio Cocozza, de Nápoles. El Dr. Kornig había aislado muchos exones posibles, es decir, secuencias de ADN del genoma que pueden ser parte de genes expresados, de los que habíamos aislado algunos. Realizamos un experimento llamado RACE-PCR empezando por uno de los exones del Dr. Michel Koenig, y encontrando una transcripción, un gen correctamente expresado de la región candidata. El Dr. Cocozza averiguó inmediatamente que había una secuencia correspondiente en el banco de datos de secuencias expresadas, que los investigadores llaman ESTs. Caracterizamos el modelo de expresión de este gen y lo encontramos. Empezamos entonces a buscar las mutaciones. Después de unos meses, los resultados fueron confusos: sólo tres mutaciones en 186 pacientes, todos ellos heterozigotos.¿Qué estaba pasando aquí?,¿Era ése el gen correcto? El Dr. Cocozza, el Dr. Koenig, y yo, nos reunimos en Estrasburgo en septiembre de 1995 para discutirlo. Acordamos seguir un poco más con este gen, pero también buscar otros genes en la región. Cuando regresé al laboratorio, revisando los datos con la Dra. Laura Montermini, mi estudiante de PhD, que tuvo un relevante papel en el descubrimiento, noté que, aunque no encontramos ninguna mutación, los pacientes tenían mucho menos ARN mensajero de ese gen. Parecía que se expresaba en mucha menor cantidad. Intentamos encontrar el motivo.

Fui a la Sociedad Americana de Genética Humana, que se encuentra en Minneapolis, y allí discutimos el problema con varios genetistas. Finalmente, pensé que podía estar buscando algo similar a X frágil. En X frágil el gen es normal, pero una expansión del triplete, repetida al principio del gen suprime su expresión. Telefoneé a mi ayudante, la Dra. Laura Montermini, y le sugerí hacer un experimento para verificar si podía tener lugar en la Ataxia de Friedreich un fenómeno similar. Nos acompañó la suerte, pues planeamos experimentar en una expansión anterior, no dentro del gen, pero el fragmento de ADN que analizamos era lo suficientemente grande como para incluir la expansión del FA.

Cuando volví a Houston, Laura ya había ejecutado el experimento usando ADN de pacientes de Arabia Saudita y de Louisiana. Cuando ella obtuvo los resultados finales, los datos parecían tan raros que pensó que el experimento no había funcionado. De hecho, mostraba que los pacientes, comparados con el grupo de control, tenían "ADN extra" dentro del gen, mientras que los portadores tenían un fragmento normal y uno expandido. El dato era correcto. Tardó unos días en convencer al Dr. Koenig y al Dr. Cocozza de que era verdad. Sin embargo, logró convencerles, aunque la repetición en sus laboratorios no fue fácil. Así que, el esfuerzo de secuenciación empezó por dar el hallazgo de que era el "ADN extra".

Cuando secuenciábamos los datos que venían de Estrasburgo se veía que una repetición GAA corta daba una mancha exacta en el ADN control (el Dr. Koenig me mandó esos datos por correo electrónico a media noche). Inmediatamente, nosotros hicimos un experimento rápido que mostraba que en los afectados la repetición GAA está expandida (le mandé este resultado a las 2:00, y estaba en el laboratorio). En este momento sólo teníamos que encontrar un nombre para el gen y la proteína, y escribir el artículo. Fui a casa... mi esposa Sabrina sugirió que llamáramos "frataxina", similar a lo hecho con la proteína de SCA1 (ataxina 1). Pensé que era el nombre apropiado, y todos nuestros colaboradores estuvieron de acuerdo.

Una última cosa: Deseo recordar cómo Rochelle Litke estuvo apoyándonos en ese momento, no sólo financieramente al empezar el SAM/MDA, que fue muy importante, sino también por sus llamadas telefónicas frecuentes que constantemente nos recordaban cuan importante era encontrar el gen rápidamente.

¿Cómo ha progresado la investigación desde el descubrimiento del gen, hace 10 años?.

Enormemente. Comparada con otras enfermedades genéticas, nuestra comprensión de la patogénesis de la Ataxia de Friedreich ha progresado mucho a todos los niveles. Tenemos ahora una buena comprensión de cómo la expansión GAA provoca el silenciamiento del gen, de la estructura y función de la frataxina, de las funciones celulares relacionadas con ella, y de la anormalidad celular que produce la deficiencia de frataxina. También hemos identificado posibles blancos terapéuticos en todos estos niveles.

¿Qué áreas de investigación de la Ataxia de Friedreich está usted estudiando actualmente?.

Estamos estudiando cómo la expansión GAA provoca el silenciamiento de la expresión del gen de la frataxina y cómo resolver esto... trabajamos en ello en colaboración con el Dr. Joël Gottesfeld, en La Jolla, y con el Dr. Richard Festenstein, en Londres. Colaborando en el desarrollo de nuevas terapias que actúan a este nivel y probándolas en distintos modelos, incluido en animales. También estamos reasumiendo el estudio de la función de la frataxina y sus interacciones Por varias razones, dicho estudio redujo la velocidad de investigación en nuestro laboratorio durante algún tiempo. Estamos empezando a colaborar sobre este asunto con la Dra. Annalisa Pastore, en Londres. Estamos analizando las consecuencias de la deficiencia de frataxina en los modelos, y aquí, también contamos con la importante colaboración, en los estudios de microarray, del Dr. Dan Geschwind, de UCLA. En el aspecto clínico también participamos en la Fase III del ensayo de Santhera, en Europa, con idebenona, y trabajamos en planificar ensayos con otras sustancias que se probarán, con esperanza, en un futuro no muy lejano. También estoy coordinando la creación de un consorcio europeo que aspira a reunir a científicos básicos y a médicos para desarrollar y probar tratamientos para la Ataxia de Friedreich. Este consorcio esperamos que se consolide en el 2008. Ahora está apoyado principalmente por GoFAR y por algunas organizaciones nacionales de ataxia.

¿Qué líneas de investigación encuentra usted más prometedoras para encontrar un tratamiento eficaz para el ataxia de Friedreich?.

Aún no podemos opinar sobre esto. Estoy personalmente implicado en investigaciones para restaurar la expresión de la frataxina y también en las que estudian los niveles de hierro/radicales libres en la cadena respiratoria. Pero estoy abierto a emprender una investigación con cualquier nueva y buena idea.

¿Cuánto tiempo piensa usted que tardará en aparecer un tratamiento eficaz para la Ataxia de Friedreich?.

Eso no lo sé. Claro, espero que sea pronto, y trabajo para que esto ocurra. A propósito, ¿no piensa que es llamativo que seis compañías farmacéuticas hayan estado presentes en nuestra reunión?.