41- LA MUTACIÓN DE UNA PACIENTE DE ATAXIA NO CAUSA ATAXIA EN SUS HIJOS. Copiado de Diario Médico, 09/06/2005.

Una familia muy peculiar, compuesta por una madre con ataxia y nueve hijos que no padecerán esta enfermedad, aporta numerosas pistas sobre los mecanismos de producción de las mutaciones implicadas en la ataxia, según un estudio catalán que publica en Annals of Neurology.

Una mujer atáxica y homocigota, con una mutación del gen SCA8, ha transmitido a su progenie, de nueve hijos, un tipo de mutaciones muy especiales. Se producen por un aumento del número de veces que se repite una secuencia muy pequeña de tres nucleótidos (citosina, timina y guanina), es decir, son mutaciones por expansión de tripletes.

De esta forma, toda su descendencia ha heredado una mutación gigante (alelos gigantes del SCA8). Sin embargo, todos los hijos están sanos y "creemos que lo estarán toda la vida", ha explicado Víctor Volpini, uno de los autores de la investigación que ha analizado este curioso caso y que se publica en el último número de Annals of Neurology.

El estudio ha sido realizado por un equipo del Instituto de Investigación Oncológica (IRO), otros centros del complejo de Bellvitge-Idibell, en Barcelona, y el Hospital Josep Trueta, de Gerona.

Volpini, director del Centro de diagnóstico molecular de enfermedades hereditarias de IRO, ha dicho que la relevancia de este trabajo se debe a dos cuestiones "espectaculares": la reversibilidad del fenotipo en los hijos de la paciente atáxica, por causa desconocida, y también la generación de grandes expansiones de tripletes.

Además de esta discrepancia entre genotipo y fenotipo, otro aspecto interesante es que, al comparar este grupo familiar con otras familias en las que el progenitor afectado es un hombre, se ha visto que los varones homocigotos no generan estas expansiones gigantes. Por eso, el trabajo suscita a los investigadores el estudio de la meiosis femenina, según Volpini.

Un tesoro:

Este hallazgo ha sido posible al disponer de una valiosa muestra: esta familia, que podría afirmarse que es única en el mundo, a juicio de Volpini. "Es un tesoro", ha admitido. En su opinión, la clave para realizar buena investigación actualmente es contar con buenas muestras, ya que la tecnología para analizarla está en diversos lugares. En cambio, conseguir las muestras adecuadas es más difícil.

Para ello, ha señalado que los clínicos deben implicarse en la investigación. Y ésta ha sido, precisamente, la clave en este estudio, en que la madre con ataxia, aunque no muy severa, fue remitida por el neurólogo del Josep Trueta, David Genís.

Volpini, que recientemente ha participado en el congreso de la Sociedad Europea de Genética Humana, celebrado en Praga, ha dicho que, así como en los años 90 se descubrieron numerosos genes involucrados en diferentes enfermedades, ahora se ha alcanzado una fase de meseta en la que el descubrimiento de nuevos genes va a ser excepcional.

Desde el punto de vista de los investigadores, esto implica que en lo sucesivo va a ser más difícil publicar. Antes, el hallazgo de cualquier mutación era publicable, pero ahora, una vez secuenciado el genoma humano, la investigación deberá centrarse en averiguar para qué sirven esos genes, cuáles son los mecanismos que generan las mutaciones y, lo que es más complicado, desentrañar la responsabilidad que tienen los genes en las enfermedades multifactoriales, que suelen ser adquiridas, ha añadido Volpini.

(Annals of Neurology 2005; 57:549-553).